No todas las sales son iguales. La sal marina natural contiene un amplio espectro de los más variados minerales y oligoelementos. Con ello contribuye a enriquecer una alimentación sana y equilibrada.
La sal de mesa común, en cambio, es veneno para nuestro organismo.
En la mayoría de las ocasiones ya no tiene nada que ver con la sal auténtica y natural y está compuesta únicamente por dos elementos: sodio y cloro, conocido como cloruro sódico.
Dado que la sal natural es una simbiosis de muchos elementos, el cloruro sódico ya no es realmente sal.
Flor de sal (español) o “Fleur de sel” (Francés)
La sal marina y las sustancias contaminantes
Sal de mesa – limpia pero pobre
En el interior y el exterior – La sal cura
Conclusión
La sal natural tiene 84 elementos – La sal de la vida
La sal auténtica normalmente contiene en su estado natural 84 elementos. Estos son los mismos elementos originales que se encuentran en nuestro organismo.
Los líquidos corporales contienen las mismas sales en unas proporciones de la mezcla casi idénticas.
Nuestra sangre, por decirlo así, es un reflejo del agua de mar con todos sus elementos.
La interacción de estos elementos naturales con sus vibraciones es esencial para nuestro organismo. Por ello es que la sal natural es conocida como “la sal de la vida”.
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Flor de sal (español) o “Fleur de sel” (Francés)
La flor de sal es la sal más valiosa y cara. Es recolectada exclusivamente a mano. Es en pequeñas piscinas costeras naturales donde el sol y los vientos hacen que el agua se evapore y lo que quede sea la sal. En la superficie se forman unas delicadas flores de sal. Estas son recolectadas cuidadosamente y secadas al sol.
Por tanto, se comercializan sin ningún tipo de tratamiento adicional.
La flor de sal se caracteriza por su alto contenido en magnesio y calcio. Estos minerales son los que le dan ese sabor tan especial. Además,
tiene unos cristales de mayor tamaño que las sales convencionales, una mayor humedad y una consistencia “crujiente”.
Los cocineros de renombre no renuncian a las características de calidad y sabor que aporta la flor de sal a sus platos.
Consejo:
la flor de sal no debería de emplearse para cocinar, sino como sal de acabado en la mesa.
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La sal marina y las sustancias contaminantes
Por desgracia, la sal marina en la actualidad puede estar contaminada con sustancias nocivas. Se puede afirmar que únicamente de aguas limpias se puede obtener una sal libre de contaminantes.
En la inmensidad de los océanos se puede encontrar una calidad de agua bastante más limpia que la que se encuentra en las aguas costeras de los países industrializados.
Por ello es importante saber de dónde procede la sal, dónde se extrae.
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Sal de mesa – limpia pero pobre
La sal blanca, que se comercializa bajo el nombre de sal de cocina o sal de mesa en los supermercados y que se encuentra en casi todos los productos elaborados de la industria alimenticia, ya no puede considerarse como sal natural.
Ha pasado por un laborioso proceso industrial, ha sido blanqueada, se ha hervido a altas temperaturas y ha sido refinada, de modo que solo esté compuesta por cloruro sódico, los dos elementos mencionados más arriba sodio y cloro, tal y como dicta la ley.
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En el interior y el exterior – La sal cura
No quedan dudas sobre las cualidades curativas de la sal. Para un uso interno se recomienda la sal de Glauber (sulfato de sodio) que limpia sobre todo el intestino, desintoxica el cuerpo y elimina toxinas. El aire salado a orillas del mar y las inhalaciones de agua salina ayudan contra las enfermedades del tracto respiratorio, dado que la sal tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Externamente, la sal ayuda contra la psoriasis y la neurodermitis, estimula la regeneración celular y calma la piel.
Conclusión
Por todo esto le recomendamos que disfrute de una alimentación sana y que utilice algo más que la sal de mesa, que a pesar de ser pura también es pobre. Utilice sales marinas de calidad o productos como la flor de sal – utilice las especialidades de gourmet con certificación ecológica de
Sal Océano®.
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